el hábito del juego se fundamenta, en la mayoría de los casos, en una pérdida del control de la persona. Esta pérdida de control suele ir unida a pensamientos supersticiosos, creando una sensación de falso control sobre los resultados del juego y las ganancias. En muchas ocasiones, aparecen ideas irracionales sobre la suerte y su atracción hacia uno mismo.

Las personas con compulsión de jugar tienen dificultad para resistirse o controlar el impulso del juego. El cerebro reacciona a este impulso de la misma manera que reacciona en una persona con dependencia al alcohol o a otro tipo de drogas.

Mientras jugamos se calma la ansiedad y durante un espacio de tiempo nuestra mente disfruta y obtiene una gran satisfacción personal, por esto es muy difícil abandonar esta dependencia. Las situaciones estresantes pueden empeorar los problemas del juego.

En más de un 70%  el hábito del juego deriva en otro tipo de adicciones o incluso en depresión.

Con la relajación profunda, de nuestro Centro de Relajación profunda en Salamanca, lograrás vencer el hábito del juego y retomar el control de tu vida.